کتاب بخشی از کتاب بزرگتری است که تسوایگ درباره ی هاینریش فون کلایست نیچه و هلدرلین نوشته است. لحن کتاب بسیار شاعرانه و شکواییه گون است. شعرهایی از هلدرلین نیز جابجا در کتاب نقل شده اند. مترجم نامه هایی از هلدرلین و خطاب به هلدرلین به کتاب افزوده است که بسیار خواندنی است. من بیشت از این نامه ها لذت بردم. در
انتها گاهشمار زندگی هلدرلین نیز آمده است.
و اما درباره ترجمه. شخصا به ترجمه های حدادی علاقه مندم. ولی این ترجمه ایرادهایی دارد که نگفتنشان جایز نیست. یک: کماکان نمی دانم چرا هولدرلین را ایشان هلدرلین و هردر را هردر مینویسند! دو: چرا با اینکه استاد آلمانی اند یک بار ژان پل و بار دیگر ژان پائول می نویسند! سه : چرا اینقدر غلط املایی در متن و پانویس ها هست چهار: بعضی جملات خیلی غیرفارسی اند اگرچه تردیدی در توانایی های ادبی متزجم وجود
ندارد. پنج: "تفاوت از" ظاهرا غلط است باید نوشت "تفاوت با!"م
درباره هلدرلین: من او را دوست دارم. هم اشعارش را هم طرز زندگی اش را هم عشقش به یونان باستان را. به نظر من هلدرلین بسی بزرگ تر از هگل و شلینگ هم حجره ای هایش در دیر توبینگن است. دلیلش هم آن تفکر ناخودآگاه و جبلی ای است که در سلوک و اشعار او آشکار است. از نظر شخصیتی هم جذابیت بیشتری برایم دارد.
از تسوایگ تا به حال چیزی نخوانده بودم. راستش خیلی راضی نیستم از کتابش.
Libro altamente recomendable para todos aquellos que estén interesados en la literatura alemana, Zweig nos cuenta con su poesía en forma de prosa de nuevo de una manera que engancha cómo veían el mundo estos grandes autores.
Es, sin duda, una lectura agradable, amena y enriquecedora, “Cuando uno se adentra en sus libros, siente el ozono, el aire elemental despojado de todo embotamiento, de toda niebla y humedad en este paisaje heroico, uno ve con libertad hasta las alturas de los cielos y respira un aire transparente y afilado como un cuchillo, un aire para corazones fuertes y espíritus libres”.
Escribía Zweig en el primer ensayo de los tres que conforman este libro, el que dedica en concreto a Hölderlin, “que su genio era el entusiasmo, el impulso invisible”.
Y creo que, como muchas veces sucede en literatura, el crítico en este caso Stefan Zweig se califica más y mejor a sí mismo que al propio objeto de su estudio.
Ese es el verdadero poder de este escritor austriaco: el entusiasmo que nos trasmite, El poder “literario” que ha conseguido que, con el paso de los años, sus obras sigan siendo leídas y alabadas por muy diferentes lectores y en muy diferentes latitudes y circunstancias.
Y da un poco igual si lo que leemos de él es un ensayo un retrato biográfico memorias diarios relatos o novelas.
Da lo mismo. Puesto que al poco tiempo de comenzar a leerlo ya ha vencido nuestras reticencias iniciales, y ya nos tiene conquistados y expectantes por dejarnos arrastrar a este torrente de entusiasmo vital y artístico que desprende en todos sus libros.
En este caso se dedica a trasladarnos su entusiasmo lector de tres almas atormentadas y creativas en lengua alemana: Hölderlin, Kleist y Nietzsche.
Es curioso, pero creo recordar que en el ensayo de “Tres maestros: Balzac, Dickens y Dostoievski”, también editado en Acantilado, Zweig comentaba que la lengua alemana no había tenido un gran narrador con una obra tan universal y a la altura de los citados sin embargo, en el terreno del drama, la filosofía o la poesía, no se puede decir lo mismo.
Qué destacar de estos tres pequeños ensayos críticos Pues que pueden ser leídos por personas que no tengan un gran conocimiento literario.
Zweig se propuso trasladarnos su entusiasmo lector sobre estos tres genios atormentados y solitarios y doy fe como lector que lo consigue.
Sin renunciar a la calidad literaria abarca a todos los potenciales públicos, Porque aparte de trasladarnos su entusiasmo da las pinceladas justas para hacernos interesantes sus vidas, y luego entrar a desmenuzar sus obras.
Con Hölderlin consigue llamarnos la atención con la extrema musicalidad rasgadora de sus versos.
Las citas del propio Hölderlin son tremendas y algunas me llevan acompañando muchos años, Ese “Ojalá nunca hubiera a vuestra escuela” debería estar tallado en cada pupitre del mundo, Y luego pasa a retratarnos la sensibilidad especial de “ese ángel sobre la tierra” que fue Hölderlin hablándonos de sus pocas pero excelsas creaciones.
Hasta la llegada del demonio, de la locura, que lo apartó del mundo enclaustrándolo en su famosa torre, tan famosa como la de Montaigne, con la diferencia que la primera era una especie de clínica psiquiátrica y la segunda era el espacio espiritual y creativo del francés, en el que se había recluido para escribir sus famosos ensayos.
Con el segundo ensayo la prosa se vuelve más veloz, más osada ya no quiere Zweig seducirnos por la belleza alada de un “ángel sobre la tierra” sino trasladarnos el carácter virulento y neurasténico de Kleist.
Curiosamente una de mis obras, “Escribir o escarbar”, incluida en el libro “El emperador de los helados”, se desarrolla en un castillofortaleza de las montañas del Jura Fort de Joux, en el que, precisamente Kleist, eterno vagabundo, estuvo encarcelado.
Un fulgor, el de Kleist, que pasó por la literatura como una estrella errante y luego se pegó un tiro.
Me ha gustado mucho esa diferenciación que hace Zweig de la obra dramática de Kleist y de su obra narrativa cómo en las primeras resalta todo su ser volcánico y cómo en la segunda trata de pasar desapercibido escondiéndose tras sus personajes.
Un autor que no tuvo ningún reconocimiento en vida y que solo vivióaños,
El último. El más conocido por el gran público pero puede que más citado que leído es otra alma solitaria y atormentada: Nietzsche.
Aquí, creo, que se da el mayor acierto de estos ensayos reunidos, puesto que en vez de centrarse en su obra, Zweig consigue hacernos un retrato lleno de autenticidad que nos hace partícipes de la soledad inmensa que padeció el autor de Zaratustra en sus últimos años de su autenticidad destructiva de sus insomnios y dolores estomacales de la cantidad de mejunjes que tomaba para poder conciliar el sueño y la manera en que todo eso le iba poco a poco mermando y destrozando su metabolismo como si tal vez todo lo que creo no fuera más que la terca necesidad de su espíritu para huir de su propio dolor físico en definitiva una filosofía para superar al dolor y seguir aferrándose a la vida, una filosofía, pues, nacida del ser humano y para la supervivencia del ser humano.
Los tres autores son almas solitarias, atormentadas y complejas, y los tres, tras un pequeño fulgor creativo y resplandeciente, sucumben ante su daimon creativo, su demonio interior.
Zweig también sucumbió a su demonio interior en su retiro en Brasil, Este hijo lejano de Plutarco también albergaba el ignífero fuego poético en sus entrañas.
Pero eso le ocurriría muchos años después a escribir estos ensayos y como consecuencia de una Segunda Guerra Mundial que lo convirtió en un exiliado.
Ya en parte venía debilitado en lo emocional desde el primer conflicto, en la que su carácter antibelicista le granjeó numerosos problemas.
Recuérdenlo: él asistió a dos guerras mundiales y a ese gran derrumbamiento cultural, vital y político que fue el Imperio austrohúngaro.
Sea como fuere, el austriaco es de los pocos escritores que pueden dirigirse a sus muy variados y distintos lectores y a todos hechizarnos.
Su magnetismo es descomunal y no importa demasiado el libro suyo que se elija, Todos son buenos y todos nos hacen crecer como lectores, aparte de que su estilo es siempre elegante, culto, grácil, directo, exquisito, poético, ardiente, desbordante de vida y humanidad.
Un autor que nunca nos falla, Una muy grata elección para comenzar el año, Una apuesta sobre seguro.
Hasta otra. .