Grab Ágata Ojo De Gato Executed By José Manuel Caballero Bonald Shown In Document
la riqueza en el uso del idioma castellano y elegante uso de recursos literarios, Caballero Bonald inició su actividad narrativa después de haber publicado cuatro libros de poemas, Inscrito en principio en la estética del socialrealismo, nunca ha renunciado al impulso de escribir una literatura comprometida, complementada con un obsesion por el "acto del lenguaje.
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En este relato, se aborda la colonización de un lugar de las marismas de Andalucía trasunto de Doñana, transformado en espacio mítico, y la decadencia de una familia, a través de tres generaciones, mediante la narración de una mente alucinada que evoca una serie de acontecimientos infantiles y anteriores a su nacimiento.
La complicación estilística
Cecilia Durán Mena
Caballero Bonald, J, M. Ágata ojo de gato, Cátedra,
José Manuel Caballero Bonald es un hombre que cuida las palabras, Su producción literaria gira en torno a la poesía, más que a la narrativa que ocupa sólo un pequeño espacio, Su obra tiene más poemarios, artículos, biografías que novelas sólo escribió cinco y en la que más dominio del lenguaje despliega es Ágata ojo de gato.
Y es que Ágata ojo de gato es, ante todo, su forma, El autor cuidó, hasta el último extremo, esa manera estética de combinar palabras que da como resultado una prosa barroca y preciosista, Se vale de la palabra con la que aglutina una serie de personajes entrelazados y arraigados a la tierra para dibujar unas vidas tan insustanciales y a la vez tan relevantes como todas en el territorio mítico Argónida esa naturaleza profusa e inmisericorde que amenaza con devorar hombres y haciendas, realzada y elevada a la máxima potencia por un cuidado estilístico que armoniza toda la novela perfectamente.
Tal como lo afirma Antonio Soler: ““Un escritor es su lenguaje, ese es su verdadero mapa, su verdadero territorio, y muy pocos escritores españoles han sido dueños en el pasado siglo de un lenguaje de tan alto nivel, de tan alta elaboración y rigor, de tanta riqueza como José Manuel Caballero Bonald”.
En Ágata ojo de gato, lenguaje y territorio mítico son inseparables, no es la cartografía la que engendra los lugares, sino las palabras, el lenguaje en particular.
Caballero Bonald reelabora la topografía del Coto de Doñana para adaptarla a los intereses de la novela presentándola al lector en las épocas inmediatamente anterior y posterior a la guerra civil española dando lugar a una alegoría de la vida en ese momento y lugar, y de la vida en general por extensión.
Caballero Bonald pone en el objetivo del microscopio a personajes insensibilizados a todo lo que no sea sus requerimientos inmediatos, en unas circunstancias despóticas, definidos por su relación con los otros y sin apenas contornos personales.
Los observa concienzudamente y refleja esos rasgos tan sucios con palabras tan pulcras, El autor provoca. Juega con las sensaciones de angustia, opresión, inquietud y desconcierto,
La prosa de Caballero Bonald reta al lector por la dificultad de seguir con fluidez una prosa alambicada, repleta de adjetivos, con semántica ambigua en ocasiones.
Ágata ojo de gato es una obra difícil, aunque su lectura compense por las satisfacciones que reporta vencer al escrito, Aunque el argumento ocupe un segundo plano en la novela, eclipsado por el espectacular despliegue de estilo que realiza su autor en el transitar por tanto meandro y vericueto repleto de barroquismo.
Ágata ojo de gato no tiene una trama realista, Se trata de un relato con vocación de fábula que comienza presentándonos a un normando nómada y enseguida a la joven Manuela, personaje que aunque no llega a ser protagonista por tratarse de una obra coral funciona como la columna vertebral de la novela.
El transcurso de la vida de Manuela sirve de hilo conductor que cohesiona y da sentido a esta novela, Nos enfrentamos a un cúmulo de palabras que empieza a avanzar en la narración desde que los padres la venden y la compra el inmigrante, A partir de ese punto, sufrirá sucesos y aventuras, transgresiones, nuevas violaciones y una vida rayana en lo rural salvaje,
Todo pareciera quedarse ahí, hasta el descubrimiento del tesoro oculto que había desenterrado el vagabundo y que le condujo a la enfermedad y la locura, Manuela opta por la prostitución como medio de supervivencia y en cierta medida como forma de redención y vía salvífica que la extrae de una vida de suciedad y animalismo.
Al morir el hombre, Manuela pone el tesoro en manos del hijo, Perico Chico que se convertirá en Pedro Lámbert desde el momento en que cambia de estatus que, en cuanto atisba la posibilidad de ser rico, olvida su preocupación por el padre, incluso se desliga de la madre y se convierte en un ser frío y calculador.
Pedro Lambert se convertirá en un hombre dedicado a la venta de las joyas y objetos artísticos desenterrados por el normando, Se inicia además en las ciencias ocultas para que estas le ayuden a aumentar su patrimonio y, cuando se desengaña de estas prácticas influido por su católica esposa y por la idea de que con la superstición pierde honorabilidad busca eso mismo en la religión.
Existe un segundo hijo, de otro padre, que vive al margen de la vida familiar y acaba por desertar de ella, Sin embargo, la familia no para de aumentar, secundariamente por el nacimiento de nuevos miembros, pero su fuente principal es la incorporación de personas sin ningún vínculo a las que Manuela adopta como hijos o Pedro Lambert acoge en su nueva mansión.
Al final de la cuarta parte, comienza la guerra civil española que lo descompone todo,
La guerra da lugar a que el escenario de la quinta parte sea radicalmente distinto y a que los personajes aparezcan como derrotados, hayan perdido fuerza, hacienda e ilusión, como si hubiesen transcurrido muchos años.
Caballero Bonald se brinca los años de lucha, que no forman parte del relato, pero se intuye lo ocurrido por comentarios que se hacen sobre la marcha.
Así, veremos la decadencia de todos los personajes, excepto Manuela, cuyo declive había comenzado mucho antes, Todos van cayendo en picada, aproximándose a su dramático fin,
A pesar de su carácter coral, cuatro personajes se turnan en llevar las riendas del argumento: el normando, Manuela, su hijo Pedro Lambert y Pedro a secas, el hijo de este.
Algún autor ha apuntado que las andanzas de Perico Chico son una reelaboración eficaz de El Lazarillo de Tormes, pues lejos de resignarse con su malograda existencia, se busca la vida como puede y sigue adelante con el contrabando de joyas.
Lo que el autor nos presenta, a grandes rasgos, es el ascenso de una familia excluida socialmente hasta entonces que se aferra a la riqueza como único horizonte posible.
Las preocupaciones éticas del autor, igual que en Dos días de septiembre, quedan aquí de manifiesto, Pero además, al describir el proceso de colonización de unas tierras casi en estado virgen y la consecuente defensa de estas ante quienes pretenden domeñarlas, constituye un canto al mundo natural y su influjo sobre los seres humanos.
Un ejemplo del magistral empleo de la tensión narrativa lo tenemos en ese cadáver que, intuimos, puede aparecer en cualquier momento, El autor nos pone alerta ante un bulto o algo que llama la atención en puntos desperdigados del relato, de ahí que, en cierto modo, el normando sea un cadáver viviente que mantiene su protagonismo hasta el final.
Eso forma parte del esperpentismo de algunos párrafos,
Muchos críticos quieren tender puentes para relacionar Ágata ojo de Gato con Pedro Páramo, pero sobre todo con Cien años de Soledad, y no sólo por el territorio mítico que Ágata comparte con las dos últimas y otros piensan que no existe relación.
Si bien, Cien años de soledad es una novela coral que introduce sucesivos protagonismos no demasiado relevantes en el conjunto de la novela, Ágata también, aunque esos medio protagonistas sean muchos menos poderosos que los del colombiano.
Ese Juansegundo, hijo de Juan Cristómo, recuerda mucho a Arcadio Segundo, aunque su papel tenga mucha menos relevancia, El maizal de los Golondrinos me recordaron a los golondrinos de las axilas que describía García Márquez, Algunos párrafos parecen calcados de episodios concretos pasados por el tamiz del jerezano, Manuela, aunque posea personalidad propia, es una clara recreación de Úrsula, Por último, la progresiva decadencia de la finca, su dramático aislamiento final constituyen un paralelismo evidente,
A pesar de todo, no podemos considerar que Ágata ojo de gato sea el Cien años de soledad español, principalmente porque si existiese alguna novela digna de este calificativo tendría que resultar tan original como aquella lo fue en su época y, por tanto, no tendría que parecerse a ella en nada.
Para Caballero Bonald, la lengua literaria desarrolla un papel clave, tensando sintácticamente el idioma y desarrollando un despliegue metafórico, En definitiva, ese método de conocimiento que es el barroco, que trasciende los límites del XVII y reaparece en distintos momentos de la historia literaria, no puede desvincularse, sin embargo, de su dispositivo técnico, con el cual puede acceder a la cara oculta de ese enigma que identificamos con el nombre de realidad, en palabras del autor.
La escritura de Caballero Bonald es más bien una práctica temperamental, una sensibilidad, un impulso que debe vigorizarse y robustecerse
con la forma y el modo en el que se usan las palabras.
Su base irracionalista, al margen de modas pasajeras, constituye el eje de una corriente centrada en una lógica interior, cuya coherencia puede ser más profunda en ocasiones ya que está sustentada en la reflexión racional.
La lengua, que es la verdadera patria del escritor en toda su variedad territorial, funciona como un conjunto de hablas diversificadas, Esta multiplicidad de modelos constituye una riqueza, un gran activo de la cultura hispánica, no sólo por la diversidad dialectal, sino también por la integración en un caudal lingüístico múltiple de tradiciones culturales heterogéneas: la europea, la amerindia e incluso la afroamericana.
Por supuesto, todo escritor filtra su visión del mundo a través de su obra, pero la validez de ese empeño se justifica, en opinión de Caballero Bonald, por el resultado artístico.
Por eso, al escribir las “novelas de la memoria”, su interés no está en la reconstrucción fiel de su vida, asunto de casi imposible viabilidad, sino en la configuración de una narración literariamente consistente y atractiva.
En definitiva, por encima de compromisos extraliterarios, Caballero Bonaldreclama la autonomía de la literatura como vía de conocimiento y de comunicación artística,
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